Tengo la costumbre de mirar bajo el agua siempre que puedo y en esta ocasión me acerque a un pequeño charco a los margenes del río Guadiaro, que había quedado aislado después de la intensas lluvias primaverales. Para mi sorpresa, rebosaba de vida en su interior.
Mirando bajo el agua…

!!Anda¡¡ Ahí al ladito vive un amigo mío. A orillas del Guadiaro. De hecho estoy invitado a pescar en él jejeje.
Es una pasada la cantidad de vida que puede haber en un lugar con suficiente agua. Espero que todos lleguen a adultos.
Saludos
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Pues avisa si bajas, ya te llevo yo a los sitios buenos.
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